Arthur Rackham

Arthur Rackham

lunes, 13 de noviembre de 2017

Microrrelato: Laberintia Mundi Litteris



Laberintia Mundi Litteris1


No hay salida. Giro a la izquierda, otra vez, y otra vez, y otra vez; no, no hay salida. Mis pesadillas se cumplieron. Estoy en un laberinto ¿Cómo llegué hasta acá? ¿Yo acaso lo deseé? No, simplemente vi cómo un señor con ojos ciegos ponía su pluma sobre mi cabeza y comenzaba a danzar; comenzaba a escribirme y a crear este espacio, este cuento, esta pesadilla. Por eso digo, no hay salida. Y es que giro a la izquierda, y sólo me encuentro con pasadizos y senderos que no llevan a ningún lugar. Yo también leí cuando era joven a mi creador, y me enteré del truco que desenmaraña a todo laberinto: girar a la izquierda.  Confié en él y en ese secreto que nos revelaba en alguno de sus cuentos; pero mintió, yo  soy parte ahora de esa mentira y la sufro. Después de todo, un caos no puede ser desenredado: paredes y caminos, arboledas, huellas, hiedras, bancos, escaleras falsas, puertas, senderos, papeles, libros; desfiladeros inconclusos, líneas de palabras sin terminar, huecos, anacronismos, intemporalidades, revisiones, bibliotecas llenas de revoltijos y desorden no-causal. Estoy en un espacio caótico, sin salida. Sin salida. Giro a la izquierda pero ¿acaso existe la “izquierda” en un caos? ¿Acaso aquí existe el punto de referencia y un vector marcando dirección? No. Estoy en el desorden mental de un viejo escritor que ha leído mucho, que se sabe todos los trucos literarios, que sabe cómo cerrar todas las puertas dentro de un propio universo con leyes propias. Perverso escritor, conoce cómo sorprender y confundir dejando a un lector en el limbo; perverso escritor, no es consciente nunca de lo que termina escribiendo, de las monstruosidades que crea, y de quiénes deja adentro. Yo estoy dentro de sus ideas devenidas en palabras; estoy en la obra de Borges, en uno de sus cuentos. Y es una pesadilla.


1  Los laberintos del mundo de las letras”.
 

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